Una de las fortificaciones más singulares de la ciudad de Córdoba es la llamada Torre de la Calahorra, situada en la cabecera del Puente Mayor sobre el río Guadalquivir, que aglutina toda una serie de reformas y añadidos sucesivos a lo largo de toda la etapa medieval. Sus orígenes se remontan a la época califal aunque no se tienen noticias textuales de la época, siendo el primer documento que la cita la existencia de una fortificación en este punto del momento de reconquista cristiana de la ciudad en 1236.
Pese a las numerosas reformas, que a lo largo de los siglos sufrió la obra original, ha sido posible reconocer restos de la primitiva puerta fortificada islámica, sobre todo, en el cuerpo de fábrica central de la fachada principal, una obra que podría fecharse en los últimos años del califato, bajo el gobierno efectivo de Almanzor. La torre tendría una planta rectangular con su eje central alineado con la calzada del puente. La altura máxima conservada es de 10 m a la que habría que añadir un antepecho y la merlatura en la parte superior. La fachada tenía un gran arco de herradura, cegado y reparado en época moderna. La fachada meridional de la torre tendría un arco similar de herradura
Durante la época almohade se llevaron a cabo nuevas obras para fortalecer la torre mediante la construcción de un recinto amurallado de planta de tendencia rectangular. La construcción de este recinto en la cabecera del puente se llevó a cabo en el último cuarto del siglo XII.
Pero la mayor parte del actual edificio es el resultado de unas reformas realizadas a lo largo del siglo XIV después de la batalla del Campo de la Verdad en 1368, entre las tropas de Pedro I el Cruel y su hermanastro Enrique II Trastámara. Tras la victoria de este último se reparó la fortaleza convirtiéndola en un castillo exento y cerrado, colocándose en la fachada oriental el escudo con las armas de Castilla y León.
Durante la etapa bajomedieval el edificio sufrió una serie de reformas destinadas a su acondicionamiento pirobalístico. Don Alonso de Aguilar en el año 1464 se apropio de la Calahorra siendo entonces cuando se llevaron a cabo diversas labores, como el retallado de las aspilleras para convertirlas en troneras, ubicadas en el piso superior de la torres y orientadas al nuevo camino de ingreso al puente que bordeaba la fortaleza por su flanco NE. Además, se construyeron ex professo dos nuevas troneras. Una en el cubo del ángulo SO. La segunda tronera está situada en el interior del cuerpo cuadrangular central ubicado en el costado SO del edificio.
La muralla baja que rodea a La Calahorra por el Sur se fecha a comienzos del siglo XVI, según se desprende de un documento fechado en 1514 en el que la reina Juana reclama la terminación de la “caba y barrera en La Calahorra”. La pérdida de su funcionalidad defensiva hizo que la torre se destinara a usos muy diversos: desde cárcel de la nobleza hasta cuartel de milicias y escuela de niñas durante el siglo XIX; y cuartel de la guardia Civil y Museo de la Ciudad hasta mediados del siglo XX. Hoy alberga el Museo de las Tres Culturas de la fundación Roger Garoduy.