La actual población de Rute, a unos 94 kilómetros de Córdoba y situada en al Parque Natural de las Subbéticas, tiene su origen en el enclave defensivo que los musulmanes del reino de Granada levantaron, posiblemente, sobre un primitivo núcleo visigodo, en la primera mitad el siglo XIII para defender la zona.
En el Diccionario de Madoz se puede leer: “… se observan vestigios de una antigua población, denominada Rute el Viejo, creyéndose sea del tiempo de los godos, si se atiende a que en la cúspide que dominó la sierra hay una atalaya o fortaleza con la siguiente inscripción: Clodoveo IV, rey de los godos, mandó construir esta fortaleza” (Tomo XIII, pág.598).
Ramírez y las Casas-Deza considera tal inscripción como una noticia peregrina porque de existir sería apócrifa ya que en España no hubo ningún rey godo llamado Clodoveo, ni en aquel tiempo existía el idioma en que está escrita, ni aunque se diga que está traducida del latín tiene el estilo de la época a que se refiere. Posiblemente la noticia sobre su existencia y su supuesta traducción del latín puede que responda a un interés local por entroncar la villa con una época más antigua.
Rute el Viejo padece los peligros y la inestabilidad fronteriza dada la rivalidad entre los cristianos y los musulmanes del reino de Granada. Conquistada por Fernando III en 1240-41, la fortaleza cae nuevamente bajo el dominio musulmán en 1260. En el año 1312 es reconquistada por el tutor del rey Alfonso XI, el infante Don Pedro, quien asustó a los musulmanes con pasarlos a cuchillo si no entregaban la fortaleza, hecho que hicieron a los tres días de estar sitiados. Poco después vuelve al dominio musulmán en cuyo poder estuvo desde 1326 a 1341. Es reconquistada por los cristianos en 1341, pero vuelve a manos musulmanas en 1368.
En el 1434 Rute el Viejo es conquistada de manera definitiva por Ramiro Sánchez de Barrionuevo a quien se la entrega el rey Juan II. Ramiro la repuebla y en 1435, ante la falta de espacio, traslada la población de Rute el Viejo al emplazamiento que en la ladera de la sierra ocupa hoy la actual Rute, villa que estaba exenta de pagar alcabalas por concesión de Juan II.
El rey Enrique IV le retira al hijo de Ramiro, Hernán Yáñez de Barrionuevo, la posesión de la villa que pasa en 1466 a poder del Conde de Cabra y Duque de Sessa, Diego Fernández de Córdoba.
En la primera mitad del siglo XVI el abandono de la primitiva fortaleza es ya total. Y en el año 1842 Ramírez y las Casas-Deza ya da cuenta de la destrucción total del castillo: “En el sitio nombrado del Hacho existe un muro del castillo que es lo único que queda de él, cuya fábrica es de sillería”. El actual estado de ruinas es el resultado del abandono secular, del aprovechamiento de los materiales para otros usos y del acondicionamiento de la zona para expansión del olivar.
EL CASTILLO O RECINTO FORTIFICADO.
El recinto fortificado de Rute el Viejo se encuentra emplazado en la Sierra Alta (Sierra de Rute) a una altitud en su cota más alta de unos 856 metros ( punto en el que estaba emplazada la torre del homenaje) y a una distancia de unos 3-4 kilómetros de la actual población. Es una posición estratégica para vigilar y controlar un amplio territorio.
Rute el Viejo ocupa una superficie de entre dos y tres hectáreas cerrada por una muralla de la que solo quedan unos 240 metros mal conservados y con una altura que varía de uno a seis metros.
Para Carmona Ávila, Arqueólogo Municipal de Priego, “el rasgo general más interesante de lo que se conserva de esta enorme fortificación es la existencia de doble muralla, con muro, antemuro (o falsabraga), es decir, muro más pequeño que refuerza el principal, y liza (pasillo entre ambos). El lado Sur es el más fortificado, por seguir paralelo a la vía de acceso y al nivel de esta…En cambio, en los lados Norte y Oeste la fuerte pendiente natural impedía de por si el acceso. Aún así, fueron fortificados con un lienzo de muralla y dotado de torres que todavía hoy pueden verse desde la carretera…”. La muralla estaba fortalecida por seis torres de las que solo se conservan los restos de dos con una altura de unos cinco metros.
El recinto fortificado, según Susana Ramírez, tenía un sistema de acceso directo en la zona del antemuro y otro en recorrido largo que comenzaría su recorrido en el sureste para desembocar en el acceso en el sector suroeste. (Susana Ramírez Garrido: ”La frontera nazarí en el ángulo sureste de la subbética cordobesa…” Arquelogía y Territorio, nº 11, 2014).
El interior del recinto está en ruina total, “quedando en la parte más elevada los restos de una fortaleza en la que destacan todavía… los bajos de una enorme torre de 11 metros de lado y 3,20 de espesor y una altura que hoy sobrepasa en muy poco 1,5 m., recubierta en su exterior con sillares de mármol rosa. Corresponde a la antigua torre del homenaje…y se localiza en la parte occidental del asentamiento…En la parte nororiental se advierten los restos de una torre de planta octogonal que después fue convertida en cilíndrica…También en la parte este…se levanta uno de los elementos más interesantes y llamativo del conjunto: una torre cuadrada y maciza que hoy se encuentra inclinada debido a que fue minada…cuando la ciudad fue abandonada para trasladarse la población…al actual Rute…En el mismo lado oriental…se conserva el lienzo de muralla, que constituye una magnífica y muy perfecta obra de cantería que aún conserva en los bloques pétreos…las marcas de los canteros…En opinión de Bernier, esta obra debió corresponder al período fernandino”( Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico).
Rute el Viejo puede considerarse como una fortificación que, inexpugnable o “imponente” como la calificó Juan Bernier, servía para el control de la zona fronteriza y para la defensa de la población asentada al amparo de sus murallas. Pero, en definitiva, según R. Carmona, estaríamos ante una fortificación o hisn genuinamente nazarí.
TORRE DEL CANUTO (RUTE).
La Torre del Canuto se encuentra en el Parque Natural de las Sierras Subbéticas, a un kilómetro al noreste del núcleo urbano de Rute, sobre la cota más elevada de la cima del Hacho (a unos 1000 metros de altitud), que domina toda la población. Por su emplazamiento, posee una gran amplitud visual, pues desde ella se divisa Iznájar, Loja, Rute el Viejo, el Jardín del Moro, Priego de Córdoba y Carcabuey.
Los datos históricos sugieren que puede ser de época visigoda, islámica nazarí y castellana. En el momento actual, todo parece indicar que su origen debe vincularse al abandono de la fortaleza de Rute el Viejo y la fundación del núcleo urbano de Rute, a partir de 1435, al que sirvió como atalaya vigía frente a la amenaza que suponía el reino nazarí.
Esta circunstancia histórica explicaría su emplazamiento y robustez, al tiempo que justificaría la existencia de un recinto anejo de 6,50 x 4,50 metros de longitud. Esta atalaya o torre vigía circular posee un diámetro de 5,25 metros y una altura superior a los ocho metros en la parte más alta; está construida con sillarejos de caliza gris propia del cerro en que se asienta, y se encuentra rematada por una bóveda de ladrillo.
Desde el punto de vista emblemático y representativo la torre es el símbolo del pueblo al aparecer en su escudo, por lo que goza de un gran aprecio social.