Castillo de Bujalance






La fortaleza fue fundada en el siglo X por Abderrahmán III y reformada por los cristianos tras la reconquista de la población.

El “Gran diccionario histórico o miscelánea curiosa de la historia sagrada y profana (1753) refiriéndose a Bujalance, dice: “Tiene un excelente castillo y fortaleza, con siete gallardas torres, que la mayor descubre y señorea gran parte de los Reynos de Granada, Jaén y Córdova”. El castillo está emplazado en una pequeña elevación de 354 metros de altitud sobre el nivel del mar. El recinto fortificado es de planta rectangular, tiene 59 metros de norte a sur y 51 de este a oeste y sus murallas estaban defendidas por siete torres: una en cada esquina y las tres restantes estaban situadas en mitad de los lienzos este, oeste y sur. Hoy solo se pueden apreciar la Torre de la Mazmorra, la de las Palomas y el primer cuerpo de la Torre del Homenaje.

De entre las otras torres, totalmente derruidas, puede destacarse la situada en el centro del lienzo este, mencionada en el panel explicativo situado en el castillo como Torre de Naciente. Tiene una planta de 5,8×5 metros, un primer cuerpo macizo adosado al lienzo, sobre el que se levantaba un segundo cuerpo con una cámara. En el 1963 se produce un desmoronamiento de parte del lienzo de la muralla y, ante el peligro que esto suponía, fue necesario deshacer el cuerpo superior.

El tapial fue el material usado por los musulmanes para la construcción del castillo, pero en la remodelación, efectuada por los cristianos ya se empleó el sillarejo: “De acuerdo con Rafael Castejón, la obra que aparece en el castillo de sillarejos, es de la remodelación medieval; se realizó a finales del XIV” (Valverde/Toledo, 1987).

En la calle 28 de Febrero, aprovechando una casa solariega del siglo XVIII, se terminó de construir en el año 2015 el “Centro de Interpretación del Castillo-Alcazaba” que es hoy el lugar de entrada para visitar la fortaleza. Una rampa escalonada y una escalera metálica canalizan al visitante hacia el lienzo sur donde, en su centro, se localiza la antigua Torre del Homenaje que, con una planta de 7 x 7, 40 metros, era lógicamente la más alta de la fortaleza. De esta torre solo se conserva el cuerpo inferior donde está situada la única puerta que, constituida por un arco de herradura apuntado, da entrada al Castillo. Tanto el cuerpo inferior como la puerta de entrada fueron restaurados en el período de 2008-2009. Pasada la puerta, se entra en la parte baja de la torre que es un pequeño espacio, cubierto con una restaurada bóveda de ladrillo, con forma de ángulo recto o en recodo por el que se llega a una rampa que conduce al Patio de Armas que presenta una superficie elevada con relación a su nivel original. Desde este espacio se puede observar las únicas dos torres que quedan en pie: 

– La Torre de la Mazmorra: “situada en el centro del lienzo oeste, esta torre de 6 x 6 metros de planta, es la torre más importante y mejor conservada. Es maciza hasta la altura del adarve, al que se accede con una pasarela desde el patio de armas. Tiene dos plantas con cámaras interiores, comunicadas con una escalera, que permiten acceder a la parte alta de la torre, a una altura de 19 metros, donde se puede disfrutar de una espectacular panorámica. En la última restauración, finalizada en el 2009, se procedió a la consolidación de esta torre, restaurándose sus almenas y construyendo un puente de madera de acceso directo a la torre desde el patio de armas (Panel explicativo situado en el castillo). Desde la calle Trascastillo puede observarse exteriormente su altura.

– Torre de las Palomas. “Está situada en el ángulo noreste del lienzo norte. Es una torre “de 4,75 x 3,70 m. de planta, maciza hasta el nivel del paso de ronda de muralla, que en este punto se encuentra en su cota más alta. Conserva sus almenas, que son tres en cada lado, y una cámara con entrada a nivel del adarve. Esta torre muestra una gran altura vista desde el exterior. En la última restauración, finalizada en el 2009, se procedió a la consolidación de la torre, restaurándose además sus almenas” (Panel explicativo). La torre no presenta en la actualidad ninguna forma de acceso a la misma para el visitante.

En el Patio de Armas también pueden contemplarse las piezas exteriores del aljibe de la fortaleza que tenía una capacidad de 200 metros cúbicos: “Lo que hoy queda visible al exterior del aljibe se articula en torno a seis elementos arquitectónicos, ordenados en dos secciones. Los elementos más meridionales son dos piletas cuadrangulares destinadas a recoger el agua de la lluvia (…). Los restantes cuatro elementos están constituidos por el remate exterior de las cuatro pequeñas cúpulas, conseguidas por aproximación de hiladas de ladrillo, que sirven de cubrimiento del depósito (…). Según Pavón, el interior es de planta cuadrangular, con dimensiones de 8 x 7,29 mts. El espacio se articula en cuatro compartimentos impuestos por un pilar central de planta cruciforme y cuatro arcos de medio punto tendidos entre aquel y los correspondientes muros de cierre del depósito. Estos compartimentos cuadrangulares miden 4 x 3,80 mts. De lado y alcanzan una altura de 4,20 mts. Su construcción está realizada en mampuesto para los muros (de medio metro de espesor) y en ladrillo para las bóvedas (que como hemos indicado, se elevan por encima del nivel del suelo), el pilar central y los arcos”. (Córdoba de la Llave y Rider Porras).

Según me informó uno de los técnicos del castillo parece que debajo del patio de armas también existía un pasadizo que, como vía de escape en caso de peligro, conducía al exterior de la fortaleza. 

Loading